Ajustes razonables para la Educación Inclusiva - Programa para el fortalecimiento de los Servicios de Educación Especial
Hablar de ajustes en el aula cuando se opera un currículo que se plantea a sí mismo como flexible, parece una contradicción. No obstante, es necesaria tal flexibilidad para ir concretando el currículum propuesto nacionalmente, hasta llegar a los contextos de cada escuela y su desarrollo en el aula.
Ahora bien, suponiendo que al planificar nuestro trabajo del ciclo escolar tengamos claridad, tanto sobre el o los puntos de partida, como de los rumbos y ritmos de los procesos para enseñar y aprender, es importante entender que estos pueden variar significativamente con el paso del tiempo, aun cuando el trabajo diario y nuestros conceptos de enseñanza no siempre nos permitan percatarnos de ello.
Observar formas de intervención en las aulas, reconstruir mediante notas lo vivido en ellas, comentar estos registros con los maestros de grupo y de apoyo, y con los directivos de escuelas primarias y servicios de Educación Especial, nos llevó a enfrentar un cuerpo de reflexiones a las que hemos tratado de dar algún orden para continuar la discusión.
El carácter general de estas consideraciones ofrece un marco para abordar las diferencias en los procesos que ocurren en el salón de clase, pretendiendo el mayor acercamiento posible a un Diseño Universal para el Aprendizaje, entendido como
[. . .] un enfoque basado en la investigación para el diseño del currículo —es decir, objetivos educativos, métodos, materiales y evaluación— que permite a todas las personas desarrollar conocimientos, habilidades y motivación e implicación con el aprendizaje (citado en Alba Pastor et al., (2011) Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA). Pautas para su introducción en el currículo. Consultado el 6/03/2021 en https://www.educadua.es/doc/dua/ dua_pautas_intro_cv.pdf).
Resulta bastante frecuente que al término de una lección nos quedemos con la impresión, incluso con evidencias concretas, de que una parte del grupo entendió cosas distintas de las que la mayoría comprendió, o que el desempeño de algunos alumnos, durante y al final de las sesiones, muestra un desfase en relación con el resto del grupo. Tal situación podría llevarnos a dos tipos de interpretaciones: que algunos alumnos no entendieron lo que había que hacer, o que nuestro diseño no contempló otras posibles interpretaciones o formas de realizar la tarea para preverlas o retomarlas con oportunidad.
En cualquier caso, las consideraciones para planificar y desarrollar el currículo se dividen en dos partes: el clima de aula y la metodología aplicada. Su intención es ofrecer indicadores que permitan poner en práctica el Diseño Universal para el Aprendizaje y los ajustes razonables requeridos, a fin de que todos los alumnos interactúen productivamente con el currículo, y se centren en la forma de desarrollar las acciones en el aula.
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