Maestras y maestros, sean bienvenidos a esta cápsula del campo formativo de lo humano y lo comunitario para la fase cinco, en la que les compartiré aspectos relevantes relacionados con las especificidades del campo formativo de lo humano y lo comunitario para la fase cinco y los contenidos que se abordan en él, asà como algunas propuestas para favorecer el aprendizaje.
La finalidad es brindarles información que pueden tomar en cuenta al momento de revisar los programas sintéticos y contextualizarlos para desarrollar su programa analÃtico.
En esta etapa, niñas, niños y adolescentes se enfrentan a nuevas experiencias asociadas con cambios fÃsicos, cognitivos, sociales y emocionales. Por lo tanto, es necesario poner atención a la manera en que los afrontan y, con base en ello, favorecer el desarrollo de conocimientos, habilidades, actitudes y valores.
Los contenidos que se abordan hacen énfasis en aspectos asociados con el conocimiento de sà mismos y de los demás, es decir, lo que pueden hacer, lo que se les dificulta y lo que están descubriendo en las distintas situaciones donde se desenvuelven. Esto favorecerá el reconocimiento y desarrollo de sus potencialidades.
La importancia de comprender las diversas formas de ser, pensar y actuar al establecer relaciones con las demás personas, los hábitos que llevan a cabo para cuidar su salud y las alternativas con las que cuentan para modificarlos en caso de que se requiera, asà como la toma de decisiones para prevenir situaciones de riesgo, la creatividad para analizar situaciones o problemas que se les presenten y la manera como actúan ante estas, y finalmente el reconocimiento de necesidades compartidas y la importancia de participar individual y colectivamente para atenderlas.
La intención de este campo formativo es contribuir a que alumnas y alumnos logren un mayor bienestar. Para ello, es necesario impulsar distintas propuestas. Por ejemplo, en lo referente al conocimiento de sà mismos y de las demás personas, es importante fortalecer la valoración de las potencialidades individuales y colectivas mediante el diseño de situaciones en las que sumen esfuerzos para alcanzar una meta. Esto implica que reconozcan las capacidades y habilidades de los integrantes de su equipo, asignen roles y responsabilidades, y establezcan estrategias que les permitan a todas y todos aportar lo mejor de sÃ.
Ahora bien, con respecto al aprecio y valoración de las diversas formas de ser, pensar, actuar y relacionarse, se recomienda favorecer situaciones y escenarios en los que puedan reconocer y confrontar distintas ideas para enriquecer las propias, generando nuevas oportunidades de interacción. Por ejemplo, en relación con los posibles riesgos que implica el uso de redes sociales, es importante impulsar el diálogo y la reflexión acerca de lo que se comparte en estos espacios, asà como propiciar el intercambio de puntos de vista, argumentos y opciones que les ayuden a hacer un uso responsable de ellas y prevenir situaciones de riesgo.
Al abordar la salud, es preciso que comprendan cómo sus decisiones tienen repercusiones en lo individual, lo familiar y lo comunitario. Para lograrlo, se les puede invitar a que reflexionen acerca de las consecuencias de una alimentación basada en productos procesados y ultraprocesados, la manera en que afecta a su organismo, el impacto en el medio ambiente o en la economÃa de su región, asà como las implicaciones en el uso de recursos públicos.
Estas propuestas, además de favorecer el abordaje de los contenidos y procesos de desarrollo de aprendizaje que se plantean en el campo, inciden en la conformación de la identidad personal y colectiva, y abonan a la construcción del sentido de comunidad, lo que en suma contribuye a que niñas, niños y adolescentes adquieran conocimientos, habilidades, actitudes y valores fundamentales no solo para la escuela, sino para la vida diaria.
Finalmente, los invito a seguir dialogando acerca de los desafÃos que representa la implementación de este campo en su práctica docente. Hasta pronto.
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