Apreciados maestros y maestras de educación básica, me da
mucho gusto saludarles y participar con ustedes para compartirles las
características que distinguen este campo formativo de lo humano y lo
comunitario. En este campo formativo, se reconoce al ser humano
interactuando con su comunidad mediante un proceso de construcción personal y
social permanente, participando en colectividades desde sus primeros años para
acceder a una vida digna, justa y solidaria.
Las experiencias cognitivas, motrices, socioafectivas y
creativas de niñas, niños y adolescentes toman un papel relevante para
favorecer en ellas y ellos, de manera progresiva, la construcción de su
identidad, su sentido de pertenencia, su conciencia de interdependencia, su
conexión emocional y su compromiso ético para la satisfacción de sus
necesidades humanas. Es así que en este campo formativo de lo humano y lo comunitario convergen elementos asociados con educación socioemocional,
educación física, vida saludable, tutoría y tecnología, los cuales propician la
definición de contenidos y procesos que se vinculan y complementan para
fomentar el desarrollo personal, social y comunitario. Estos se incorporan en
mayor o menor medida de acuerdo con las características y organización de cada
nivel educativo.
El campo formativo de lo humano y lo comunitario representa
una oportunidad para brindar experiencias en las que alumnas y alumnos
desarrollan y fortalecen el conocimiento de sí y de los demás, la comprensión
de las emociones y los afectos, el cuidado de la salud, la creatividad en la
solución de problemas y el sentido de comunidad, para que niñas, niños y
adolescentes amplíen sus conocimientos y saberes. Este campo formativo enfatiza
el análisis de situaciones reales para el desarrollo y enriquecimiento mutuo,
impulsando la reciprocidad, el diálogo y la valoración de la diversidad, con el
fin de que exploren sus propias capacidades, comprendan, reflexionen e
intervengan con base en sus posibilidades en la prevención y atención de
problemáticas asociadas a la vida saludable, a la inclusión, a la igualdad de
género y a la interculturalidad crítica que se presenta en contextos inmediatos
y futuros, a la vez que adquieran conciencia de que sus acciones influyen en el
buen vivir.
Ahora bien, en el campo formativo de lo humano y lo comunitario, cada fase del trayecto formativo presenta especificidades para
el desarrollo físico, psicológico y social de niñas, niños y adolescentes, por
lo que los contenidos y la forma de abordarlos se plantean de manera apropiada
al nivel. En educación inicial, se centra principalmente en el sostenimiento
afectivo, comprendiéndolo como el conjunto de acciones y experiencias de
cuidado afectivo, físico y mental que se provee a las niñas y niños para su
desarrollo integral. En educación preescolar, se enfatiza la construcción de su
identidad personal, étnica, cultural, lingüística y de género. En educación
primaria, se busca que se reconozcan como parte de una comunidad en la que
comparten una historia, valores y prácticas socioculturales, avanzan en el
autoconocimiento y la construcción de la imagen corporal, la comprensión de los
cambios físicos y emocionales, la auto conciencia de sus potencialidades
afectivas, motrices, creativas, de interacción y solución de problemas. En
educación secundaria, se fortalece el conocimiento de sí y de los demás,
orientado a la construcción de su identidad y al establecimiento de relaciones
asertivas, equitativas e incluyentes. Se prioriza el cuidado de la salud
individual y colectiva, y se valora la construcción de saberes e intervenciones
que promueven la participación y colaboración en la familia, escuela y
comunidad para la satisfacción de necesidades humanas.
Estimadas maestras y estimados maestros, hemos llegado al
final. No me queda más que agradecer su atención. Hasta pronto.
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